llego y me voy directo al mostrador. Detrás de una parva de papeles y cuadernos y plantitas artificiales estaba ella, haciendo lo que mejor sabe hacer toda secertaria que se precie de tal, hablando por teléfono. Me paro enfrente, la miro, me mira y sonríe neuróticamente sin la menor intención de atenderme. Automaticamente pensé: empezamos bien pero vamos mal. Lo de la sonrisa fue amable, al menos. Pasaron diez minutos y yo todavía parada enfrente de ella y la muy yegua seguía con la charla telefónica de peluquería. Porque, claro, resulta que la tipa hace lo que se le canta y te llama al sobrino para decirle que le compre unos "parlantitos para la compu, de esos chiquititos. Y pasame con la moni asi termino lo que le estaba diciendo". Mi cara comenzaba lentamente a desfigurarse. En eso escucho desde adentro del consultorio a una doctora hablando con no sé quién del brushing que le habian hecho y de lo bien que le habia quedado porque "Gladys trabaja tan bien y dentro de todo te cobra barato". Pensé que tal vez habia una cámara por ahi y estaban filmando una comedia baratela para la tele. Pero no, era un shock de realidad nomás.
entonces ella seguía hablando y se rascaba el hombro compulsiva y neuroticamente y tenia aspecto de estar desencajada del mundo. Cuando se dignó a atenderme le pedí que buscara esa radiografía y se levantó para ir hasta el consultorio del doctor. Era más bien petisa y flaquita, toda "amatambrada" en ese jean y esa chaqueta que si le saltaba un botón me dejaba ciega. El pelo lacio y "llovido", que le dicen, con unos reflejos recontra pasados de moda (versión 1999). En lo que tardó en volver, entraron al consultorio una serie de personajes que no se podían creer y el teléfono no paraba de sonar, como en todo consultorio que también se precie de tal. Finalmente no encontró nada y llamó al doctor para preguntarle. Agarró el teléfono y mientras esperaba que el doctor la atiendiera empezó a sonarle el celular. Ella, demostrando sus dotes de mujer pulpo, tenía en una oreja el fijo y en la otra el celular y hablaba por los dos casi al mismo tiempo, en uno con el doctor y en el otro con Mechi, su amiga. De la nuca!!!!!!!! además de preguntarle al doctor dónde estaba la bendita radiografía le dijo muy categóricamente que "es para reventarla a esa"; hablando de una supuesta nueva secretaria que, según ella, era la responsable de haber perdido las radiografias y que habia que "reventarla". Cortó con el doctor y siguió hablando con Mechi mientras se enroscaba un mechon de pelo en el dedo, cual adolescente hormonizada. Faltaba que se chupara el dedo gordo y me caía de orto ahi nomás.
la escena no tiene un gran final, ella no encontró lo que le pedí pero me fui con la certeza de haber conocido a una verdadera especie en extinción. Secretaria eran las de antes, señores!!!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario