12 diciembre 2007
canción animal
"...mi cuerpo mudo
se abre a la delicada urgencia
del rocío"
(Amantes- A. Pizarnik)
recostada sobre el suelo, Nina, recorta formas y canciones en el cielo para contar la siguiente historia:
lo que irradia esta noche es especial sobre el lago resplandece. No habrá remedio infalible, te confiaré las almas son tan corruptibles que no querrás saber. Y aquí, mi amor, se armó la escena justa, vos y yo, juntos somos como un templo. Una eternidad esperé este instante y no lo dejaré deslizar en recuerdos quietos. En la imaginación, esta noche todo lo puede. Abrázame. Te llevaré hasta el extremo, quiero descubrir por qué este deseo crece...
él la miró suavemente. Hoy que estás esplendida y que todo lo iluminas, demos un paseo. Vuelta por el universo, pide algún deseo. Nina no podía resistirse a una invitación tan exquisita y él no podía evitar tentarse con ese cuerpo que se le ofrecía dócil y jugoso. Pruébame y verás que todos somos adictos a esos fuegos de artificio, voy a hacerte un macro porno intenso, lo que seduce nunca suele estar donde se piensa. Conocer tu medida en mi medida. Divina obscenidad...dar el máximo de piel sin librarte de mi. Palabras profanas de tu boca pura, toda mi dulzura pendula sobre ti. Tenés que saberlo, amor, es la especie que nos une. Un salto mortal para que la vida continúe en muchas sumas de placer y que dure lo que dure lo real, y que dure lo que dure la ficción. Llévame alto, cada vez más alto. Tu aliento es mi respiración, con mi salvaje corazón, los vicios no son del cuerpo. Y llega justo a tiempo...
allí donde quisiste estar, tan cerca de desesperar. Cada lágrima de hambre el más puro néctar. La prudencia no es la duda y yo caí desprevenido, hoy lucís tan oportuna. Soy un profanador, estoy desafiando al tiempo, ya vez mi transgresión es procurar tenerte. Sueles encontrarme en cualquier lugar y ya lo sabes nada es casualidad. Tu misteriosa forma me lastimará pero a cada segundo estaré más cerca.
Nina se derretía en mares de placer que le bañaban la piel. Come de mi, come de mi carne. Ah... entre caníbales. Tómate el tiempo en desmenuzarme. Este es el juego de seducción. Naturaleza insaciable, cavaré entre tus labios, hoy lloverá y se abrirá la tierra. El dolor es veneno nena, y no lo sentirás hasta el fin, mientras te muevas lento y jadees el nombre que mata. Pero Nina insistía...no me sirven las palabras, gemir es mejor. Cuando el cuerpo no espera lo que llaman amor, más se pide y se vive.
nos revolcamos en el jardín por donde nadie pasa. Y mi alimento son las cenizas de una noche larga, y esta noche es larga. Ya no importa sabe el final, sólo amarte y cruzar el fuego... cómo sigue ésto.
energía misteriosa, resplandor. Al soltar mi cuerpo en remolinos, resplandor. Paraíso, zona pura, perfección. Florecer mirándote a los ojos, perfección...
y me perdí en la inmensa quietud. Crema de estrellas parece cubrirlo todo. Tarda en llegar y al final hay recompensa y quiero que dure para siempre.
para siempre.
NOTA: excepto las palabras que aparecen en cursiva ( o sea, esa letrita inclinada), las demás son letras de canciones de Soda Stereo. Me parece válida la aclaración para quienes pudieran desconocerlo.
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3 comentarios:
Sin dudas gemir es mucho mejor. Si alguien tiene un argumento para contradecirlo, que me lo dé, yo no lo encuentro...
Como alguien me dijo alguna vez: dejemonos de palabras y empezemos a gozar
Eso que hizo Nina se llama dadaismo y en este caso estuvo espectacular!
FABRICIO: ja! me encantó! dadaísmo, es cierto.
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