las paredes hablan II (mirá lo que te digo)

los que hayan leído el anterior post sobre los graffitis en los baños entenderán que ésto es una continuación de la saga. Los que no...no (iiiiiiiiiihhhhhhhhhh). aquella vez ocurrió lo siguiente: llegué al baño y me dí cuenta que iba a tener que esperar un buen rato, lo cual me desesperó dado el estado de cosas en ese momento. Digo, el estado de mis cosas, porque el estado de las cosas que ocurrieron en ese baño y el baño mismo ya hablaba bastante por sí solo. Me ubico en la especie de fila que había en una de las tres puertas. Lo más parecido a un concurso donde tenés que elegir una opción y de ahí en más lo que el azar te demande. O lo que solemos hacer en el supermercado cuando vamos a pagar, especular cuáles de todas las cajas irá más rápido. Claro, ahí se manifiesta una vez más esa estúpida Ley de Murphy (Murphy, quién, Eddie Murphy?)...siempre la que hayas elegido será la más lenta o, en el peor de los casos, si te cambias de lugar pensando que la otra irá más rápido, seguro que la que estabas empezará a avanzar irrefrenablemente. Algo parecido sucede cuando una va a un baño público concurrido. Qué digo, concurridísimo. eso no es nada. Escuchar los comentarios pelotudos de algunas mamertas que están adelante y atrás tuyo, es realmente enervante (por eso prefiero ir sola antes que ceder ante el temido "me acompañás o te acompaño al baño". Para qué?????????????? todavía me da la cabeza para acordarme cómo tengo que hacer). Después están las que llegan y justo encuentran a una amiga o conocida y haciéndose las boludas (algunas ni eso necesitan) se enganchan en la fila unos 5 lugares más adelante que vos que hace 5 horas te estás meando. O esas que entran y, por la cara, vos ya sabés que son de las típicas que nadie sabe qué mierda hacen ahí adentro 10 o 15 minutos, si lo máximo que te lleva hacer pis son entre 30 segundos y 5 minutos (como mucho, 5 minutos). Supongo que deben empapelar el borde del inodoro para poder sentarse como si estuvieran en su casa, se despenden a duras penas el botón del jean y a durísimas se bajan el pantalón con un sufrimiento de aquellos. Claro, una vez que se desparramó todo, cuesta volver a poner todo en su lugar. cuando por fin me tocó a mi, entré con la velocidad de un mandril hambriento y en medio del proceso leo dos graffitis estampados furiosamente en la puerta... (1) qué lindo es pajearse!!!!!!!!!!!! (2) me masturbo, ¿y qué? ahí entendí todo: -algunas mamertas desconocen este maravilloso arte del "hágalo ud misma" y por eso son somo son -las que se pasan la vida adentro puede ser que, o bien se dediquen a masturbarse un rato (me daría un poco de cosa hacerlo en cualquiera de esos baños); o bien se dediquen a escribir estos y otros graffitis (algunas después de masturbarse, claro, otras después de leerlos); o bien se dediquen, como yo, a leer la sarta de imbecilidades que se le puede ocurrir a otra gente. pd: pregunto, ¿qué es lo más estúpido, gracioso o terrible que hayan leído en un baño?