29 octubre 2008

de cómo la realidad te pega en la cara

no conozco mucha gente que estudie abogacía, no porque no existan dichas personas, sino porque no soy de moverme en ese círculo social. Y la verdad, no me arrepiento. La semana pasada descubrí que los abogados son una especie bastante particular. Tuve la oportunidad de observar a un grupo muy amplio de abogados y abogadas que asistieron a un congreso de...mmm...algo que tiene que ver con la temática del derecho y no hice el mínimo esfuerzo de recordar. Onda que me llamaron para trabajar dos días en ese "evento", y ahí estaba yo, instaladísima en el hall de la sala de conferencias del nuevo yoping, con mi standcito de Merengo (léase: una de las 2 mejores marcas tradicionales de alfajores santafesinos. Aclaro: detesto los alfajores santafesinos pero es la mejor y lo admito) y mi uniforme de Merengo y mi cara de Merengo vendiendo alfajores. No es algo que me entusiasme hacer pero no está tan mal después de todo. la cosa es que los tipos y las tipas éstas desfilaban por el hall en sus espléndidos trajes de marca y sus divinísimos taileurs entallados hablando por teléfono, con sus carpetas de "La Ley" (qué obviedad) en la mano, hablando del último juicio que ganaron en voz alta para que escuchen todos y de la mar en coche. Cuando alguno se diganaba a dejar de ignorarme y se acercaba a preguntarme el precio de la caja de media docena o la docena o lo que fuere, me miraban con cara de "no te parece que es un poco caro para ser alfajores?", espantadísimos. Y acto seguido, mentían una sonrisita acompañada de un "bueno, capaz que compro mañana para no andar con la bolsa para todos lados". Ja, lindo intento de sutilidad. Decime vos...una bolsa que no pesa nada no les va a sacar una hernia. Y además, qué necesidad tienen de justificarse si no quieren comprar o les parece caro. Después de todo no es mi culpa. Mi conclusión fue algo así como: sus ingresos son inversamente proporcional a sus gastos. Ja, sutilidad la mía también, no? así, en un rapto de sensatez me dije: definitivamente nunca podría haber sido abogada.

5 comentarios:

pupi espinoza dijo...

Los abogados son en su mayoría insopor.Prefiero las abogadas porque generalmente van a los congresos sin su partner.

L.A dijo...

PUPI: jajajajajajajaja. De una. Yo no prefiero a ninguno de los dos, dejame con los artistas mejor.

Fabricio dijo...

Bueno, no todos somos iguales, che!
Mirá mi caso, soy un fotógrafo encerrado en un traje de abogado, snif, que triste lo mio.
Pero es asi, los abogados son insoportables........
Hay de mi!!!

Anónimo dijo...

los mejores son los chaná!!!

L.A dijo...

ANONIMO: los chaná???? uuuuuuuummmmmm mostraste la hilacha del mal gusto...and game over!