"...oh, oh, me puedo programar..."
(Me puedo programar- Virus)
nunca fui de levantarme temprano. Bueno, no siempre. Aunque, a veces, cuando era chica mi madre insistiera con esa ridiculez muy "te lo digo porque soy tu madre y me tenés que hacer caso" de despertarme a las 9 de la mañana en pleno verano cuando no tenía absolutamente nada que hacer más que seguir durmiendo y no ser consciente del calor que azotaba el día. Claro, la consigna por entonces y siempre fue: al pedo pero temprano.
si bien he tenido mejores siestas, tardes y noches que mañanas aprendí que todo tiene su lado B. Hace un tiempo que empecé a escuchar el lado B de algunas de mis mañanas. No todas, porque algunas siguen sonando lado A (léase: aburridas, poco interesantes, rutinarias etecé, etecé, etecé). En esta búsqueda sonora-físico-experimental descubrí algunas cosas, como por ejemplo que:
-me termino de despertar una hora después de haberme levantado de la cama y la sensación de sentir que el sueño se diluye hasta desaparecer por completo de la curva de mi cerebro es algo que, si le presto suficiente atención, puede llegar a ser increíble
-hay ciertos olores y aromas que definitivamente me alegran el día
-un desayuno bien preparado -por mi o por quien me lo quiera preparar- es algo a lo que no me resisto
-disfruto haciendo mis cosas, trabajando desde casa, sola
-hay música que suena diferente y mejor sólo si la escucho a la mañana (bueno, para mí algunas canciones, algunos discos tienen sus momentos especiales)
-es genial cuando me llega en el transcurso de la mañana uno de esos mensajes de texto delt tipo "have a nice day, sweety", o "cómo estás hoy? qué estás estás haciendo?", o "estaba pensando en ir a verte", o "te invito a almorzar"
-si me siento a escribir...seguro que ni me doy cuenta que pasó el mediodía (es una hora crítica para mi por motivos que no vienen al caso) y eso me alegra
-si me levanto temprano seguro que en algún momento me cuelgo pensando en la siesta que voy a dormir
cuando sucede alguna o algunas de estas cosas mis mañanas son lo mejor que me puede pasar en el día.
22 octubre 2008
historia breve de mis mejores mañanas
"...oh, oh, me puedo programar..."
(Me puedo programar- Virus)
nunca fui de levantarme temprano. Bueno, no siempre. Aunque, a veces, cuando era chica mi madre insistiera con esa ridiculez muy "te lo digo porque soy tu madre y me tenés que hacer caso" de despertarme a las 9 de la mañana en pleno verano cuando no tenía absolutamente nada que hacer más que seguir durmiendo y no ser consciente del calor que azotaba el día. Claro, la consigna por entonces y siempre fue: al pedo pero temprano.
si bien he tenido mejores siestas, tardes y noches que mañanas aprendí que todo tiene su lado B. Hace un tiempo que empecé a escuchar el lado B de algunas de mis mañanas. No todas, porque algunas siguen sonando lado A (léase: aburridas, poco interesantes, rutinarias etecé, etecé, etecé). En esta búsqueda sonora-físico-experimental descubrí algunas cosas, como por ejemplo que:
-me termino de despertar una hora después de haberme levantado de la cama y la sensación de sentir que el sueño se diluye hasta desaparecer por completo de la curva de mi cerebro es algo que, si le presto suficiente atención, puede llegar a ser increíble
-hay ciertos olores y aromas que definitivamente me alegran el día
-un desayuno bien preparado -por mi o por quien me lo quiera preparar- es algo a lo que no me resisto
-disfruto haciendo mis cosas, trabajando desde casa, sola
-hay música que suena diferente y mejor sólo si la escucho a la mañana (bueno, para mí algunas canciones, algunos discos tienen sus momentos especiales)
-es genial cuando me llega en el transcurso de la mañana uno de esos mensajes de texto delt tipo "have a nice day, sweety", o "cómo estás hoy? qué estás estás haciendo?", o "estaba pensando en ir a verte", o "te invito a almorzar"
-si me siento a escribir...seguro que ni me doy cuenta que pasó el mediodía (es una hora crítica para mi por motivos que no vienen al caso) y eso me alegra
-si me levanto temprano seguro que en algún momento me cuelgo pensando en la siesta que voy a dormir
cuando sucede alguna o algunas de estas cosas mis mañanas son lo mejor que me puede pasar en el día.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
5 comentarios:
Yo era de esas que empezaban el dìa a eso de las 11 de la mañana despegàndose los ojillos...
P.D.:Uno cambia con los tiempos,la vida,los ritmos y demases,no?
Y hoy me resulta maravilloso ese sonido casi inaugural que tienen las mañanas ademàs de descubrir que las mañanas se pasan realmente volando!!!
jajajajaajajaja
MUACKS ;)
Los olores que nos alegran y el desayuno bien preparado, para mi van de la mano en algún sentido; me ha pasado de ir al trabajo agobiado ya desde temprano, y limpiarme la mufa con el olor a "pan tostado" proveniente de esas parrillitas en las que hacen esos discos de pan que se venden en la calle.
Y la alegría viene del contrapunto mañanero, ese que nos permite tomarnos el tiempo para desayunar tranquilos compartiendo con quien nosotros queremos esa pequeña y mágica ceremonia del comienzo de nuestro día.
Besos.
Te aviso que ya te escribí a la direccion que me diste.
El relato de hoy esta buenísimo.Parece una Oda a Morfeo.
Hay que dormir mucho,cuando se puede.Es un placer de los grandes.
Saludos.
GABU: es verdad, uno cambia y ahora me está pasando aunque, de vez en cuando, te hago un fiaca.
GEN71: el olor a panadería me descompone un poco, no sé por que. Pero el olor fresco de las mañanas de verano, el olor a pasto recién cortado me puede.
PUPI: yo puedo cada vez menos pero cuando tengo un ratito te hago una siesta, me encanta.
Publicar un comentario