have you ever seen the rain

onda que hoy llovió todo el santo día y re daba para hacer una siesta larga estilo cucharita, mirar al menos tres películas incluyendo la última de Woody Allen, tomarse un tecito de canela acompañado con buñuelos de manzana, agarrar ese libro que leo cada tanto y retomar la página 27, mirar por la ventana el patio todo mojado, cerrar los ojos y escuchar atentamente la lluvia. Y sobre para nerpo, nerpo all day long. Pero justo hoy, mi objeto de deseo, mi ninfo del amor, está de viaje así que la parte de nerpo la dejo para otro momento. igual, tampoco hice ninguna de las otras cosas. Viste que los días de lluvia te ponen un poco pelotudo y te dan ganas de comer un cerdo, de entrar a la panadería y arrasar con cuanta medialuna se te ponga enfrente o ponerte a cocinar las peores atrocidades "engordativas". También te ponés a pensar qué podés hacer para amenizar tanto aguacero ya que es imposible salir a la calle. Ni hablar de esa fiaca que se te acopla automáticamente cuando escuchás caer la primera gota y no te sacan de la cama ni con un ginche. Por supuesto, no falta la necesidad imperiosa de mimos y franeleos que se potencia inexplicablemente cuando llueve. en fin, prácticas que surgen misteriosamente en esos días en los que el clima se pone imbancable. Después de todo, al mal clima...buena cara, no?