12 abril 2010

saturday night quilombete

la onda era ir al cumple de X en un boliche que inauguraba esa noche. X tenía toda la onda y un peinado que le costó horas de producción y litros de fijador. También tenía unas amigas sacadas de facebook, una más recauchutada que la otra. Especialmente, esa que se parecía a Silvia Peyrou, un revival penoso de los 80 la pobre. Pero todas la apoyaron cuando el patovica le dijo que hiciera la cola para entrar. Guotafac??? la cola, ella? con esa torta riquísima que le compró su mamá para festejar con todos sus amigos en ese boliche de mierda que va a ser megaescrachado en el facebook. Mala onda va, mala onda viene nos dejaron pasar a todos y habilitaron la lista para los que vinieran más tarde. X seguía tan enojada con los inecccctos de la puerta que no disfrutó ni medio segundo de su fiesta. Pero sus amigas y nosotros nos divertimos por ella. Silvia Peyrou estaba descontroladísima y no paraba de ofrecer su cuerpo venido a menos a cuanto macho cabrío pasara frente a eia. El jean le quedaba como un body painting en la parte de atrás y como la V de venganza en la parte de adelante, pero lo peor era pensar que a eso de las 3 a.m lo iba a tener de short si se le seguía subiendo e incrsutando tanto. Y estaba la otra amiga de X, la que parecía una suricata hiper delineada pasada de agua oxigenada y planchita alisadora. Esa fue la peor porque cuando X fue a buscar la cámara de fotos y la echaron, a la amiga no le importó y se quedó chongueando de lo lindo. Ahí fue que nos enteramos, por otra amiga (la más rescatada) que X estaba loca de remate y se paranoiqueó creyendo que los patovicas la perseguían, pegó un par de gritos histéricos y la rajaron del local. Juiiiiiiiiiiiiira loca!!!! cuando le mandamos un mensaje para saber dónde estaba y nos respondió que en la comisaría haciendo la denuncia se nos ocurrió mandarle otro mensaje para preguntarle si le rescatábamos la torta. Al fin y al cabo nosotros tampoco eramos amigos de X. La idea era huir con la torta y devorárnosla con un cafecito pero la amiga rescatada se nos adelantó. Entonces X nos mandó un mensaje diciendo que si queríamos podíamos rescatarle la otra bolsa. Pensando que capaz que en esa otra bolsa habría un turrón de quacker, le hicimos el favor a X. a la final, nos fuimos del boliche con la bolsa que tenía las servilletas y las vengalas para la torta. Pura engaña pichanga meaaaaaaamooor.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusto mucho tu artículo. Me parecio crudo y con profundo nivel.
Un placer leerte y haber encontrado tu blog.
Me morí, con Silvia Peyrou un horrendo o patetico muestreo de los 80.
IMPRSIONANTE, AUNQUE NO SE SI SON TUS PALABRAS O TU IDEA.
Pero como dice el Chavo del 8 - La idea es esa -
Cuanta decadencia!
Un gustazo enorme.

L.A dijo...

ANONIMO: gracias, mi querido. En vivo y en directo era muy impresionante. La fracesita esa es mía, meaaaaamor.