se corta, se corta

hoy a la mañana estaba en mi trabajo más al pedo que un repollo y suena el teléfono fijo del local. Atiendo y era uno de esos pesados del call center de telefónica que me empezó a hablar cual robot drogado de no sé qué cosas porque es tal la velocidad y el automatismo con el que te hablan que si entendés la mitad, es un logro. Cuestión que antes de cortar me dice que en menos de un minuto me va a volver a llamar otra persona para corroborar los datos que le había dado. Atiendo por segunda vez y responde otro robot más drogado que el anterior y me repregunta los mismos datos para corroborar, claro. Pero parece que no estaba tan bien corroborada la información y me dice que me va a volver a llamar una chica para chequear nuevamente los datos. Y el muy infradotado se olvidó de colgar el teléfono, así que me quedé escuchando cómo otros robots se peleaban con otra gente porque "cómo no me dijo eso antes y no me hacía perder el tiempo, señora", "la puta que lo parió, esta vieja pelotuda". Cuelgo y a los 2 segundos, efectivamente, me llamó la chica y terminó de corroborar todo. Pensé que ese era el fin de tanta mamarrachada pero no, ellos no se cansan de hincharte las pelotas. Me vuleve a llamar el primer robot para corroborar si me habian llamado. Y ahí sí fue el final. Ahora, lo gracioso del caso fue que esta última vez atiendo y el pibe no me escucha y sigue hablando con otro que tenía al lado diciendole algo como "qué boludo, cómo vas a andar cogiendo por ahi con esa mina..." y al escuchar mi risa arrancó como si nada "soy X, señorita Luisana, la vuelvo a llamar para corroborar si mis compañeros la llamaron. Qué tenga un buen día". Error mi querido, no soy Luisana y ya me hincharon tanto las pelotas que me arruinaron el día.