28 agosto 2011

ir y devenir de las cosas



















ultimamente los encuentros semanales con mi psicoanalista son cada vez menos semanales. La intensidad alocada con la que cuento mis historias me deja sin ánimos de nada. Me recuesto en el divan y empiezo a hablar enérgicamente. Bueno, supongo que esta imágen debe ser un cliché para nada sorprendente dentro del contexto de la terapia psicoanalítica. De reojo, veo que escribe en un cuadernito y mientras hablo, paralelamente, pienso qué dirán esas notas. Quizás escribe mi nombre, lo encierra en un círculo con una flecha para abajo que dice "no return". Imagino barbaridades imposibles pero sobre todo pienso que tal vez lo que sí haga es tachar con una cruz enorme todo lo que dije la sesión anterior. Porque cada nueva visita es una nueva versión o reversión de las idas y venidas de mi vida emocional. Si hoy es A, dentro de 7 días seguro es B o C. Pero intuyo que ésto también debe ser un clishé o al menos, algo bastante normal de ver en los divanes. Entonces me doy cuenta que no tiene mucho sentido preguntarme ese tipo de cosas y sigo con mis relatos abandonando todo intento adivinatorio inútil. Después de todo, mis capacidades psicoanalíticas no son gran cosa y rozan lo ridículo más que otra cosa.

2 comentarios:

GABU dijo...

Todavía no me termino de 'animar' del todo,junto coraje y me analizo de una puta vez!!!

P.D.:Con respecto a esas notas,yo no sé si dudaría en pedirle que me las muestre,vos viste lo que es la curiosidat femenina,no? ^o^

BESOS DE IDA Y VUELTA

L.A dijo...

GABU: no sé si se trata tanto de coraje como de necesidatttttt, mi querida Gabu. Yo no daba más y sentía que no podía sola con todo y que tampoco podía confiarle mis cosas a una amiga o amigo,necesitaba alguien que me escuchara y me viera desde otro lugar, más pro.
la curiosidad mató al gato y embarazó a la mujer, eso dicen...