26 julio 2007

inconsistente ser

"...allí donde quisiste estar, tan cerca de desesperar es que la vida es gas y es tan dulce traspasarla (...) con mi salvaje corazón, los vicios no son del cuerpo..." (Pulsar- G.C) entretanto se oía suavemente un feliz ruido imaginario que rebotaba en todos los espacios posibles y se les metía en el cuerpo como un rumor exquisito de flores ácidas rompiéndose contra los vértices de un tiempo impreciso. La vida se aparecía , sobre ese telón de fondo, en toda su maravillosa levedad. un instante de absoluta vehemencia puede prolongarse indefinidamente. por las noches de los días... por los meses de los años... por los siglos de las siglas...

1 comentario:

Román Mayorá dijo...

Los ruidos imaginarios son los mejores, no sólo literariamente hablando, musicalmente también... Ya van a inventar los japoneses algún tipo de micrófono cerebral que me permita grabar todos esos ruiditos que mis neuronas inventan y que es imposible "desgrabar"...

Ah, y me acordé de "La insoportable levedad del ser".

Kisses
Take care
Espero que estés bien!