11 junio 2009

no te lo puedo biliiiiibbbbbb

es como si esa tarde me hubiera despertado en el año 1999 o como si estuviera viendo la rereremake de el regreso de los muertos vivos. Onda que me caí de culo cuando vi que por la puerta del local entraba, cual pancho por su casa, un ex muy ex que tuve...bah, que tengo (porque el hecho de que no esté más con él hace años luz no significa, para mi desilusión, que haya desaparecido de la faz de la tierra). De mis oficiales ex-algo en serio es el primero. Y ahí estaba, muy presente otra vez, comprando en el local donde trabajo, divino como siempre con su cara de "no te puedo creer que seas vos y encima si me voy ahora quedo como un pelotudo a pedal, no da". Mi cara fue más o menos la misma que la suya, con la diferencia que no me podía ir a ningún lado, como mucho fingir una diarrea repentina e impostergable. Pero tampoco daba, así que me quedé en el molde y traté de parecer lo más cool y relajada posible, cosa que no logré ni por medio segundo. Para mi alivio, él estaba con un amigo que no entendía la situación y nuestra evidente nerviosidatttttttttt. Creo que mientras le cobraba pensaba, en modo voz en off, qué podría estar pensando él de mi en ese momento, después de 9 años sin vernos y estupideces como "tendré bien el pelo?", "tan colorada estoy? se me notará mucho?", "el muy hijo de puta sigue tan yeguo como siempre!". lo que me salvó de un saludo de despedida con beso y preguntas innecesarias fue el teléfono y un cliente muy denso que me empezó a preguntar gansadas. Por poco temblé pensando que se iba aquedar ahí parado mirándome, como queriendo hacer tiempo para saludarme antes de irse y hacer algunas averiguaciones pertinentes al encuentro. Pero se fue viendo que yo no cortaba y me saludó con la mano a lo que yo respondí con una sonrisa nerviosa y delatora. Looser totaaaaal! me sentí tan tarada pero tan tarada que me dió un ataque de risa imparable y como no podía quedarme con esa sensación mezcla de teen spirit y adrenalina, llamé a Ari para contarle y a los 5 minutos, viendo que no se me pasaba, llamé a Flavia. Hubiera llamado a todos mis contactos pero decidí calmarme y recomponerme. todavía sigo pensando...después de 9 años y habiendo podido encontrarnos en cualquier putísimo lugar nos venimos a ver justo en mi lugar de trabajo? me agarró tan desprevenida como esas enfermeras que te dicen que no te va doler, que ni la vas a sentir y...paaaam, te clavaron una doble caño y andá a quejarte a magoya, querido.

4 comentarios:

francisco pavanetto dijo...

vos lo dijiste, la clave es el lugar. ese es tu lugar, no el de él, eso te descoloco, si hubiera sido en la calle nada habría pasado, pero te dejo de visitante.
compro algo porlomenos??!

saludos por allá!

.gbrl dijo...

sos graciosa :)

...
hola, tanto tiempo ^^ (bis)

Román Mayorá dijo...

Jajajajaja adoré!!!!
Es por este tipo de situaciones que está bueno andar por ahí viviendo!!

L.A dijo...

FRANCIS P.: sabés que tenés razón, ese es mi lugar y me descolocó. Sí, compró bien al menos. saludos saludables a ti!

GBRL: iiiiiuuuuuuuu. se agradece. Y sí, hace mucho tiempo, no? welcome back, beibi

MACHINS: te parece? que te pase una vez...te la bancás pero andar encontrándote "exes" por ahi ol de taim no da.