19 mayo 2011

todologas de la vida














el universo de las secretarias es amplio y en él podemos encontrar toda clase de especímenes "secretariles" que darán mucha tela para cortar. Un claro ejemplo de esto, es la chica que me atendió hoy. Fui en busca de unas radiografías y el pedido era simple, necesitaba que ella me buscara esas radiografias. Ingenua de mi, pensé que era un toque y me iba rápido de ahi. Pero la escena se desarrolló de la siguiente manera:
llego y me voy directo al mostrador. Detrás de una parva de papeles y cuadernos y plantitas artificiales estaba ella, haciendo lo que mejor sabe hacer toda secertaria que se precie de tal, hablando por teléfono. Me paro enfrente, la miro, me mira y sonríe neuróticamente sin la menor intención de atenderme. Automaticamente pensé: empezamos bien pero vamos mal. Lo de la sonrisa fue amable, al menos. Pasaron diez minutos y yo todavía parada enfrente de ella y la muy yegua seguía con la charla telefónica de peluquería. Porque, claro, resulta que la tipa hace lo que se le canta y te llama al sobrino para decirle que le compre unos "parlantitos para la compu, de esos chiquititos. Y pasame con la moni asi termino lo que le estaba diciendo". Mi cara comenzaba lentamente a desfigurarse. En eso escucho desde adentro del consultorio a una doctora hablando con no sé quién del brushing que le habian hecho y de lo bien que le habia quedado porque "Gladys trabaja tan bien y dentro de todo te cobra barato". Pensé que tal vez habia una cámara por ahi y estaban filmando una comedia baratela para la tele. Pero no, era un shock de realidad nomás. 
entonces ella seguía hablando y se rascaba el hombro compulsiva y neuroticamente y tenia aspecto de estar desencajada del mundo. Cuando se dignó a atenderme le pedí que buscara esa radiografía y se levantó para ir hasta el consultorio del doctor. Era más bien petisa y flaquita, toda "amatambrada" en ese jean y esa chaqueta que si le saltaba un botón me dejaba ciega. El pelo lacio y "llovido", que le dicen, con unos reflejos recontra  pasados de moda (versión 1999). En lo que tardó en volver, entraron al consultorio una serie de personajes que no se podían creer y el teléfono no paraba de sonar, como en todo consultorio que también se precie de tal. Finalmente no encontró nada y llamó al doctor para preguntarle. Agarró el teléfono y mientras esperaba que el doctor la atiendiera empezó a sonarle el celular. Ella, demostrando sus dotes de mujer pulpo, tenía en una oreja el fijo y en la otra el celular y hablaba por los dos casi al mismo tiempo, en uno con el doctor y en el otro con Mechi, su amiga. De la nuca!!!!!!!! además de preguntarle al doctor dónde estaba la bendita radiografía le dijo muy categóricamente que "es para reventarla a esa"; hablando de una supuesta nueva secretaria que, según ella, era la responsable de haber perdido las radiografias y que habia que "reventarla". Cortó con el doctor y siguió hablando con Mechi mientras se enroscaba un mechon de pelo en el dedo, cual adolescente hormonizada. Faltaba que se chupara el dedo gordo y me caía de orto ahi nomás. 
la escena no tiene un gran final, ella no encontró lo que le pedí  pero me fui con la certeza de haber conocido a una verdadera especie en extinción. Secretaria eran las de antes, señores!!!

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