let it bleed, let it be...

...entonces me fui. De la única forma en que podía irme, sabiendo que me llevaba conmigo una sola certeza: sentía que estaba haciendo lo mejor que podía hacer en ese momento. Yo no sé del futuro y creo que, por ahora, no quiero saberlo. Prefiero pensar que el universo decidirá el curso de las aguas de mi vida el próximo tiempo y yo fluiré a través de ellas con la tranquilidad de un niño envuelto en una cansta de mimbre que navega rio abajo hasta la orilla de un alma caritativa y amorosa que lo rescate y convierta su vida en algo diferente e inesperado.